domingo, 12 de marzo de 2017

Dándole la vuelta a mi clase (Flipeando)


Hace unos años oí hablar de este modelo pedagógico (que no metodología) y desde un primer momento me cautivó pues siempre me dió la sensación de no estar optimizando los tiempos del proceso educativo. Demasiado tiempo dedicado a corregir tareas en clase y no poder aprovechar este tiempo en dinámicas más constructivas y motivadoras como el propio trabajo grupal. Para no repetirme, transcribo el podcast del post anterior:

Si pretendemos cambiar el paradigma educativo tradicional por otro en el que centremos la atención en la actividad y participación del alumno una buena opción es seguir los principios en los que se basa el modelo flipped Classroom. El principal es voltear los tiempos del proceso de enseñanza-aprendizaje entre el aula y la casa. Realizaremos fuera del aula una buena parte del proceso instructivo y dejaremos lo más interesante y formativo para realizar en la propia clase como acciones de trabajo grupal, actividades enriquecedoras, críticas, debates, puestas en común... contando con la ayuda y experiencia del docente en todo momento. Resumido en una frase: “Descubrimos en casa y afianzamos y consolidamos el conocimiento en el aula”. Es un modelo centrado en el alumno y no en los contenidos ni en las herramientas.

El acceo constante a la tecnología acerca cada vez más los aprendizajes formales con los informales y en eso nos apoyamos para un modelo Flipped Classroom.

Siguendo la taxonomía de Bloom: en clase nos dedicaríamos principalmente a Crear, Evaluar y Analizar, y fuera del aula a Aplicar, Comprender y Recordar.

Supone en definitiva romper con la inercia de tantos años y apostar por nuevos modelos. Si intentamos cambiar en educación no podemos seguir haciendo lo mismo que hasta ahora.